Una ofensiva en una ciudad del Condado Palm Beach para estimular el reciclaje y reducir el volumen de desechos que se envían a los basureros comenzó a usar alta tecnología esta semana.
La división de desperdicios en Lake Worth inició una prueba piloto de un año de un sistema de supervisión computarizado que le dice a los administradores cuándo los residentes reciclan – y cuándo no lo hacen.
Códigos de barra relacionados con direcciones se agregaron a los contenedores verdes y amarillos de reciclaje de todas las 9,000 viviendas unifamiliares y los dúplex en la ciudad. Los apartamentos, condominios y edificios comerciales no se incluirán en la prueba.
Dos camiones de basura de la ciudad han sido habilitados con lectores de códigos de barra que tomarán nota en casa ocasión que un contenedor de reciclaje se inclina para vaciarse.
“Nos permite considerar cualquier dirección en la ciudad y encontrar cuántas veces ha reciclado”, dijo Jamie Brown, director interino de servicios públicos.
Una pequeña cámara de supervisión le permite a los choferes asegurarse de que el material colocado en el contenedor es reciclable. Si alguien pone pedazos de yerba en un contenedor de reciclaje, por ejemplo, el chofer puede presionar un botón de forma que no se acredita al dueño de la vivienda con haber reciclado ese día.
Eventualmente, la ciudad planea ofrecer descuentos como incentivos para el reciclaje, aunque Brown dijo que no se ha determinado la cantidad de los incentivos y cómo se los van a acreditar a las cuentas de los clientes.
Los comisionados de la ciudad acordaron el año pasado obtener el Sistema de Rastreo de los Contenedores de Recuperación de Recursos, o CARTS, de Rehrig Pacífic, con sede en California, al utilizar una subvención federal de $75,100 y otros $60,000 del presupuesto de la División de Desperdicios. El costo anual del software basado en internet de la compañía se estima en $22,400.
El estimular el reciclaje puede ahorrarle dinero a la ciudad, al reducir el peso de la basura que se envía al basurero del condado, donde la ciudad para $42 por tonelada para deshacerse de él.
En contraste, la ciudad gana $10 por cada tonelada de materiales reciclables, menos un pequeño descuento por contaminación, según un acuerdo con Manejo de Desperdicios.
El reciclaje mejoró dramáticamente hace tres años, cuando la ciudad introdujo el sistema de reciclado “sin separación” que permite a los residentes colocar una variedad de materiales en un solo contenedor verde y amarillo.
Los materiales que se pueden colocar juntos para su reciclaje incluyen papel limpio, cartón, cajas de cereales, periódicos, botellas de vidrio, y latas y botes de acero, estaño y aluminio, cartones de jugos y leche, y contenedores plásticos de bebidas.
“Nuestro reciclaje ha aumentado drásticamente”, dijo Stephen O’Neal, supervisor de la dirección de desperdicios.
El sistema CARTS se puede modificar para seguirle la pista al peso de los materiales reciclados, lo que significa que los residentes pueden recibir descuentos basados en el peso.
El sistema de rastreo también se puede usar en los contenedores comerciales para seguirle la pista a cuándo se vacían finalmente.
“Si una persona llama y dice que no recogimos su contenedor, podemos de decirle, ‘No, no fue así’ ”, dijo O’Neal.
Fuente El nuevo Herald
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